jueves, 2 de abril de 2009

LA REVOLUCIÓN CUBANA SEGÚN HOLLYWOOD. CRITICA DE "CHE : EL ARGENTINO".

Por Martin O.

La película de Steven Soderbergh narra la guerra de guerrillas que se desarrolló en Cuba contra la dictadura de Batista, desde su preparación en México hasta el triunfo del Ejército Rebelde en enero de 1959. Relatada por el mismo Guevara mediante una entrevista concedida a la prensa norteamericana durante su paso por Nueva York como representante del gobierno cubano ante la ONU, se basa fielmente en la visión política general del revolucionario argentino. Desde este punto de vista, podemos decir que el contenido político del film es explícitamente guevarista, hecho que le valió el repudio de los exiliados anticastristas de Miami. En Cuba también recibió críticas por parte del Granma (órgano-prensa oficial del Partido Comunista Cubano) por mostrar las diferencias entre Fidel Castro y el Che Guevara alrededor del acuerdo entre el Movimiento 26 de julio y el Partido Socialista Popular (organización stalinista que había colaborado con el régimen militar batistiano), firmado en la Comandancia General del ER, en la propia Sierra Maestra. Ocurre que en el pacto, Fidel negocia con una serie de organizaciones y grupos políticos (entre ellos el PSP) no precisamente revolucionarios, con el argumento político de que “todos combaten contra nuestro mismo enemigo, hoy en día los necesitamos”. El Che aparece como un principista incorruptible, y traba una fuerte discusión con el líder del M26, quien finalmente lo convence de la necesidad de utilizar a todas las fuerzas políticas de la isla que estuvieran contra la dictadura. Esta “flexibilidad política” de Castro antepuesta a un “romanticismo inclaudicable” de Guevara, no causó buena sensación en la cúpula del Partido, aunque fue recibida con aplausos multitudinarios por parte del público cubano.
A diferencia de otras películas norteamericanas sobre el Che, (como la abominable versión de 1969 dirigida por Richard Flescheir), “Che: el argentino” retrata muy bien la lucha, el pensamiento y la moral revolucionaria del célebre guerrillero. En ese gran mérito de la película encontramos también su mayor debilidad: el compartir con su protagonista un balance esencialmente ruralista de la guerrilla en la Revolución Cubana, sin reflejar el papel que la clase obrera cubana tuvo en este proceso revolucionario. Por caso, en una escena el Che polemiza contra la estrategia insurreccional tomando como ejemplo los limites de la huelga general del 9 de abril de 1958. Pero omite hacer mención a la huelga general de enero de 1959 que contribuyó no timidamente al triunfo de la Revolución. Esta lectura e interpretación política de la Revolución Cubana llevó al Che Guevara a la conclusión de que en América Latina había que crear focos guerrilleros de base campesina, generalizando las conclusiones extraídas de la Revolución en la isla. De hecho, la estrategia foquista cobró mucho peso a partir de los años 60 como lo muestra la secuela de la película que no casualmente se llama “Guerrilla”.
A pesar de mis diferencias con el Che celebro que en momentos de crisis mundial capitalista se rescate a un hombre que dio su vida luchando por el socialismo. Por eso no dejo de conmoverme cuando el Che, brillantemente interpretado por Benicio del Toro, afirma que el amor es la mayor cualidad que pude tener un revolucionario. Es por ese amor a los explotados y oprimidos que considero que el mejor homenaje para todos los que murieron luchando para transformar el mundo, como el Che, lo llevaremos a cabo cuando, sobre la tumba de los capitalistas, creemos las bases de una nueva sociedad.

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