Desde las principales tribunas politológicas – aquellos “científicos” hiperespecializados en la parcialización de la realidad, más preocupados por mantener su status y sus sillones que por comprender el desarrollo histórico-político (de transformarlo… ni hablar) – han respondido duramente, defendiendo el status quo tanto de la realidad como de la disciplina. Nuestra carrera hoy en día está a la cabeza de esta cruzada conservadora, permaneciendo igual a sí misma con un perimido método de aislamiento de “lo político” (entendiéndolo como la “mesa chica” de las negociaciones en las instituciones estatales) con respecto a la realidad económica y social, y aportando a las clases dominantes un ejército de funcionarios que pretenden surfear con la tabla de la “gobernabilidad” el inmenso mar de injusticias y miserias que ofrece el capitalismo en crisis.
Desde En Clave ROJA, creemos que la crítica de Sartori contiene un aspecto de realidad, pero que sin embargo es insuficiente para afrontar un problema mucho más profundo, y evita cualquier tipo de referencia al contenido de clase de los problemas abordados y por ende la propuesta de este autor de “desbordarse hacia otros saberes aún a costas de perder precisión” no es más que un manotazo de ahogado para salvar una disciplina conservadora y legitimadora de un status quo social decadente y reaccionario. Por todo esto sostenemos que los planteos de Sartori, al igual que los de la mayoría de las “eminencias” de la Ciencia Política neoinstitucionalista, adolecen de las mismas fallas que recién hoy éste parece haber descubierto.
En primer lugar, coincide en levantar las mismas artificiales paredes que separan – al punto del aislamiento – a la Ciencia Política del resto de las Ciencias Sociales (incluida la Economía Política). En segundo lugar, concuerda en que el objetivo es cómo volver “gobernable” y “estable” este sistema lleno de contradicciones intrínsecas que conducen a un irracional modo de producción orientado a la satisfacción de la voracidad de ganancias de los sectores dominantes a como de lugar – mediante guerras, explotación y miseria – y no a la satisfacción de las necesidades de las mayorías obreras y populares. En tercer lugar, manifiesta que todos los “cambios” posibles deben ser dentro del marco de las instituciones burguesas, es decir, le gusta el perro pero no el collar. En cuarto lugar, se encubre bajo un manto “cientificista y técnico” para sostener que hacer Ciencia Política es comparar sistemas de partidos burgueses (es decir, comparar entre falsas alternativas), comparar el sistema D’hont con el Hare para ver como el pueblo “elige” la próxima cara visible de la dominación. Y por último, lo hace en poner de manifiesto que “el buen gobierno” debe “consensuar” entre los “diferentes” intereses, ocultando que el interés de una minoría es explotar y el de las mayorías no ser explotadas.
Las corrientes que detentan la hegemonía sobre la disciplina en general y sobre nuestra carrera en particular, lo que intentan hacer es montar una escena en la cual lo único que puede hacer la Ciencia Política es recolectar y cuantificar datos, entendiendo por “empiria” la yuxtaposición de los datos que aparecen en la superficie, pero que nada dicen de la estructura determinante del sistema. Montar una escena en la que el único aporte que puede hacer la Ciencia Política radica en las “soluciones técnicas”, siempre dentro del marco institucional (estatal o privado), o asesorar a los dirigentes políticos para mejorar su performance de representante de algún sector de la clase capitalista.
Estamos convencidos de que hoy, cuando una crisis económica de magnitudes históricas (los analistas del orden como los economistas marxistas coinciden en compararla con la Gran Depresión que comenzó en 1929) amenaza al sistema de dominación; cuando los sectores del capital más concentrado intentan descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador; cuando la derecha se envalentona alzándose con un nuevo Golpe de Estado en América Latina como es el caso de Honduras; cuando todos mass-media “paranoiquean” a la población con la “inseguridad”, criminalizando la pobreza en pos de legitimar a la Policía que desapareció a Julio López y a Luciano Arruga, o a la “Policía Represora de Obreros” (PRO) que ya tiene preparada Macri en la ciudad, y que va a ser la que intente acallar, represión mediante, las voces de aquellos que no quieran convertirse en el desecho del sistema; cuando las elecciones del 28 J dejaron en crisis al gobierno de los Kirchner y la oposición – también patronal – no encuentra una figura que garantice un recambio “estable”, quedarnos en la inercia superficial de nuestra disciplina, en una resignación pasiva a la "miseria de lo posible”, resulta por lo menos criminal.
Paula Varela – Docente de Filosofía y Métodos –
En Clave ROJA, en La Comuna, impulsa a Néstor Lavergne como candidato a Director de Carrera, porque en su condición de trabajador del INDEC se opuso y se opone, junto al resto de l@s trabajador@s, a la intervención patoteril del gobierno nacional, del que es funcionario y por eso cómplice el reconocido docente Abal Medina, que falsea los índices para ocultar la pobreza y empuja los salarios a la baja en las paritarias. Porque se opone a la participación servil de la UBA en el lavado de cara del INDEK intervenido. Porque queremos, como él, un INDEC manejado por y para los trabajadores.
Proponemos a Néstor Lavergne porque en sus cátedras (Economía Política II y III) vemos algo que la dirección de la carrera cada día rechaza más, y que por su parte la realidad lo exige cada día con más fuerza: teoría crítica, más específicamente, marxismo. Cuando el mundo capitalista se conmueve en sus cimientos y la academia permanece inerte, en materias como la que Lavergne lleva adelante con un grupo de comprometidos docentes encontramos las armas para comprender y transformar el mundo. Porque sus posturas teóricas y políticas proponen una alternativa anticapitalista. Estudiamos el capital para derrotarlo.
Los distintos realineamientos políticos tras la crisis política abierta con el enfrentamiento entre el gobierno y las patronales agrarias, abrieron una primera grieta que contribuyó a romper el aislamiento de la universidad respecto de la realidad. Lamentablemente, la gran mayoría de los intelectuales de la facultad optó por la defensa de alguna de las variantes de la clase dominante, que se encuentran circunstancialmente enfrentadas.
En este sentido, los intelectuales e ideólogos de la carrera – funcionarios y docentes – se dividen mayoritariamente entre el conservador y pro-golpista “Grupo Aurora” – con Jorge Mayer, a la cabeza- y el oficialista “Carta Abierta K” – que cuenta con el inefable Abal Medina (de La Mandrágora) en sus filas-, representando políticamente dos sectores del capital.
Es por esto que desde En Clave ROJA creemos fundamental develar y denunciar que quienes (re)producen conocimiento en nuestra carrera no son más que operadores ideológicos de distintas fracciones de la burguesía. Y es por eso que su mayor preocupación hoy en día se resume a lograr mantener la gobernabilidad, abocándose a la reconstrucción de un sistema de partidos como tarea estratégica primordial de la burguesía. Esta tarea no es casual ni ingenua: es la apuesta de los sectores dominantes para lograr hacer frente a la agudización tanto de la actual crisis como de las venideras, dentro de un margen de orden institucional.
Mayer – actual Director de Carrera por Alternativa Académica y perteneciente al ala más conservadora del radicalismo – y su correligionario Aznar (docente de la materia Teoría Sociológica y de Sistemas Políticos Comparados) junto a toda la camarilla radical, y en un intento por reconstruir artificialmente y “en frío” el “estable sistema bipartidista” – se han volcado de lleno a reconstruir la UCR, dictando cursos de formación de cuadros en todos los “comités” que encuentran en su camino, o conformando grupos de ideólogos neoliberales que, detrás de una cobertura “republicana” y “seria”, conformaron un polo de golpistas como lo es el Grupo Aurora (http://auroranuevarepublica.blogspot.com), que cuenta en sus filas con individuos como el funcionario de la dictadura Atilio Alterini o el “best seller” Marcos Aguinis.- quien en su último libro ¡Pobre Patria Mía! plantea la necesidad de arancelar la Universidad-.
Este grupo es parte de la derecha que desde el conflicto del año pasado viene apoyando a las patronales agrarias que pretende expresar en el plano político al “agropower”. Son la derecha golpista latinoamericana que se pronuncia contra los “excesos” de Zelaya en el golpe de Honduras, reivindicando así el golpe como un acto de rebeldía en defensa de las instituciones (De Narváez en “A dos voces”). Todo su “republicanismo” es en realidad una cobertura. Recientemente en una entrevista para la Revista Veintitrés, Félix Luna puso en palabras la necesidad de aparición del Grupo Aurora: “Si quiere una situación parecida, yo más bien elegiría el final del peronismo, en el ’55. José Luis Romero un año antes armó un equipo de recambio en la universidad, para el caso nada improbable de que cayera Perón. Me hace acordar un poco a eso. La gente percibe que algo está pasando y que puede pasar algo mucho más importante.” De hecho, Luis Tonelli, el candidato a Director de la agrupación Alternativa Académica y la UES (intimas amigas de los personajes más gorilas, como Mayer y Aznar, de nuestra carrera) y La Mandrágora – cuyo referente es el funcionario K Abal Medina- cuenta en su currículo con antecedentes como haber sido docente en la Escuela de Guerra de la Nación Argentina, del Colegio Militar de la Nación y de la Escuela de Defensa durante el gobierno de Raúl Alfonsín, período durante el cual también ha sido funcionario en distintas áreas del Gobierno Nacional.
Por otro lado, el ala “progre”, representada entre otros por Schuster y los intelectuales de “Carta Abierta”, viene de dar apoyo a Cristina K y el Observatorio de Medios, y ahora apoya al gobierno en la pelea (entre el grupo Clarín por un lado y Telefónica, Telecom y los testaferros K, por el otro) que representa una puja de corporaciones monopólicas por la “ley de medios”. Y esto no es todo, además tienen arreglos de todo tipo con Mayer y su séquito para garantizar el vaciamiento de todo contenido crítico de la carrera de Ciencia Política. Además están a la cabeza de la intervención servil de la UBA lavándole la cara a la intervención del INDEK.
En este sentido, Mario Pecheny – candidato del Decano Federico Schuster y del Secretario Académico Lulo –es miembro de la Junta de Carrera desde el año 2008, y lo hemos visto en reiteradas ocasiones argumentar con criterios propios de la casta profesoral, siendo cómplice del Pacto entre Schuster y Mayer, en contra de todas las materias de contenido crítico a la visión hegemónica en nuestra carrera. Por ejemplo, no ha participado de ninguna de las instancias de autoorganización de los estudiantes, graduados y docentes, como la Asamblea Interclaustros, y como si esto fuera poco el año pasado cuestionó la toma de la facultad en reclamo de mejoras edilicias y mayor presupuesto, y firmó la declaración de Schuster contra las medidas de lucha votada por la asamblea de estudiantes y los docentes de la AGD. Por estas razones no es una alternativa al radicalismo. Ni qué decir de su intento frustrado de sumar a Abal Medina, quien en el último tiempo ha dedicado su saber al rearmado del PJ, a sus listas: ¿enfrentar la hegemonía de la derecha con un ultrakirchenista como Abal Medina?
Ante estas falsas alternativas que ponen de manifiesto estar al servicio de los diferentes sectores del capital, ofrecemos una propuesta de izquierda y combativa, independiente de los sectores capitalistas, del gobierno nacional y de todas las camarillas universitarias, en el camino de poner a nuestra carrera y a la universidad toda al servicio de los intereses de las mayorías obreras y populares.
Los/as compañeros/as estudiantes, graduados y docentes de la carrera de Ciencia Política que conformamos En Clave ROJA creímos siempre en la necesaria e insustituible tarea de enfrentarnos abiertamente a las ideas hegemónicas (conservadoras de mínima, reaccionarias de máxima) en nuestra disciplina.
A lo largo de estos años hemos abordado desde distintos materiales las diferentes problemáticas sobre las que intenta dar cuenta la carrera. Lo hemos hecho siempre apropiándonos del marxismo revolucionario como método para el conocimiento científico y como guía para la acción. No concebimos al conocimiento y la acción como dos instancias aisladas entre sí, sino que pregonamos a la primera como una necesidad de la segunda: como una herramienta imprescindible que nos permita criticar para transformar.
Sostuvimos históricamente una caracterización, que suscribimos con más fuerza que nunca en la actualidad, acerca de la Ciencia Política como aquella subdisciplina de la Sociología destinada “a hacer del sentido común y de las observaciones exteriores e inmediatas más vulgares una 'ciencia'” (ver material de ECR para la carrera en las elecciones 2007).
En esta clave editamos la única revista marxista de Ciencia Política, Contratiempos, que ya va por su tercer número, donde debatimos y desmenuzamos los grandes fenómenos de la actualidad, en la perspectiva de forjar una camada de nuevos intelectuales que desde el marxismo piensen las tareas inmediatas y futuras para construir la sociedad del porvenir. Actualizamos diariamente nuestro blog de debate teórico-político (www.contratiemposcp.blogspot.com), a la vez que tenemos iniciativas de todo tipo para, dentro de las instancias que estén a nuestro alcance, llevar adelante semejante tarea.
En esta oportunidad, buscaremos amplificar todas estas intervenciones en el ámbito de la Junta de la Carrera, de manera tal de constituir un punto de referencia que pueda poner en jaque a los “dueños del orden” y “garantes de su reproducción” que hoy siguen atornillados desde la fundación de la misma. Pero aún más: creemos, con Marx, en la posibilidad de traspasar los muros de la facultad para terminar con aquella trágica realidad de que “las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la dominantes”. Para pasar así por fin de la critica de la universidad de clase, al cuestionamiento de la sociedad de clases.
Probablemente sepas que los Directores de nuestras carreras se eligen de forma directa pero ponderada, es decir que todos votamos pero el voto de algunos vale más que el de otros. A la hora de contarlos cada claustro representa el 33% de la elección. Así, a la hora de la verdad, el voto de los más de 2000 estudiantes de Ciencia Política vale lo mismo que el de algo más de 100 profesores y lo mismo que el de algunos cientos de graduados (además, gran parte de los graduados son los docentes de prácticos, ya que como no hay claustro único docente sino docentes de “primera” y de “segunda”, éstos votan como graduados). Por ejemplo, sacar el 50% de los votos en el claustro estudiantil se transforma en el 16,66% en el conteo final como consecuencia de la ponderación. Es decir que la población estudiantil, que constituye la mayoría (más del 90% del total en casi todas las carreras), es transformada en una minoría por medio de la ponderación que le reconoce sólo el 33% en la elección de los Directores.
En este sentido, convencidos de que para terminar con el régimen feudal de cogobierno de nuestra facultad y la UBA luchamos por la abolición del claustro de graduados y la conformación de un claustro único docente del que participen los titulares, adjuntos, JTP, ayudantes, en fin, tod@s l@s docentes; por la mayoría estudiantil y por voz y voto para los no docentes que hoy por hoy son excluidos del gobierno de la facultad y de las carreras.
La maniobra del voto ponderado fue perpetrada por Schuster para desbaratar el proceso de elección directa en Sociología en 2002. En aquel año, estudiantes se organizaron y dieron vida a un proceso que culminó en la Elección Directa como Director (es decir 1 persona = 1 voto) de Christian Castillo- docente de la carrera de Sociología-. Cabe destacar que sus decisiones respondían al mandato de una asamblea. Ante tamaño cuestionamiento del elitista régimen universitario, el decano decidió intervenir la carrera a la que consideraba acéfala. Posteriormente instaló el voto ponderado, para que los profesores y graduados “vitalicios” contrapesen las fuerzas transformadoras del movimiento estudiantil.
Los defensores de esta política argumentan en favor de la estamentación del gobierno de la carrera, diciendo que profesores y graduados “saben más” o “conocen mejor la carrera”. Más allá del cuestionable factor del “saben más”, este discurso oculta que la elección es una decisión política en la que toda la comunidad académica de la carrera define el rumbo que ésta va a tomar, al servicio de qué o de quién se va a poner. ¿O los “paladines de la democracia” nos van a decir que estamos “capacitados” para “elegir” un presidente pero no un director de carrera?
La maniobra fue perpetrada por Schuster pero aprovechada al máximo por Mayer y Cía., así con su inmensa “agenda” de graduados a los que trae a votar en remises, gana por escándalo en este claustro. En el claustro de profesores, la gestión Mayer, en complicidad con los consejeros estudiantiles de la UES, La Mandrágora y Alternativa Académica viene vaciando la carrera de todo contenido crítico y repartiendo cargos entre docentes afines, como si fuesen un botín de guerra, sin considerar criterio alguno más que el de engordar su padrón de profesores. De esta manera eliminan además la pluralidad ideológica que en cierta medida supo tener la carrera, llegando al punto de la persecución ideológica a los docentes no alineados con ellos. Mientras tanto en el claustro estudiantil, obtienen sufragios minoritarios. Así, el candidato menos votado, es el que termina asumiendo.
Ante el clientelismo de los radicales de Alternativa Académica y su repartija de cargos y carguitos docentes, se muestra también la impotencia del “progresismo” que optó por "ampliar la élite de becarios CONICET" como sistema de cooptación vip. El verdadero contenido del “progresismo” se expresó cuando el pacto de los “progres” con Hallú, Rector de la Universidad de Buenos Aires, terminó en la represión a los estudiantes que nos movilizábamos por la democratización. Al día de hoy todas las promesas del “progresismo” como la democratización, modificación de estatutos, etcétera, han caído en el vacío.
Desde En Clave ROJA, en La Comuna, consideramos que la única forma de echar de una vez por todas al radicalismo de la carrera es por medio de la lucha, la movilización y la organización independiente de cualquier camarilla profesoral, y no a través de coaliciones electorales oportunistas con quienes ya nos han dado la espalda. Por eso creemos que no debemos entregarnos de pies y manos a la gestión de Schuster.
Consideramos que no es dividiendo los organismos democráticos y de lucha propios del movimiento estudiantil como la Asamblea Interclaustros como lo hicieron agrupaciones como La Mella, El Andamio, El Mate, la Mala Educación y los “autonomistas” de Colectivo de Izquierda durante la lucha del 2007 contra el recorte de materias de Mayer como debemos enfrentar a las camarillas radicales y peronistas. Ha quedado demostrado que el eufemismo utilizado por estas agrupaciones para romper la Asamblea Interclaustros, el denominado “consenso”, lleva a los brazos de las camarillas y es por eso que hoy llevan de candidato en sus listas a Mario Pecheny- al igual que la “peronista” agrupación La Vallese, conocida por sus métodos patoteriles, por su constante oposición a las luchas dadas x el movimiento estudiantil y si estrecha relación con las camarillas- poniendo de manifiesto que no se puede “consensuar” sin perder la indispensable independencia política y a la vez depositar confianza en el Decano K quien en sus 8 años de gestión ha dado sobradas muestras de que lado esta, desviando al movimiento estudiantil y atándolo de pies y manos en la lucha por sus reivindicaciones.
Invitamos a los compañeros y las compañeras de “La Juntada de las carreras” y sus simpatizantes a sumarse a la lucha por transformar nuestra carrera y votar al UNICO candidato independiente de todas las autoridades que se presenta en estas elecciones en la carrera de Ciencia Política: NESTOR LAVERGNE.
¡Refundar la Ciencia Política: ponerla al servicio de otra clase!
Desde En Clave ROJA, creemos una necesidad inmediata refundar nuestra carrera, por una Ciencia Política crítica de la sociedad existente (por fuera de toda naturalización) y que pueda plantear salidas que resuelvan de lleno los problemas de la mayoría trabajadora.
Pero la única forma de llevarlo adelante es que los estudiantes nos organicemos desde los cursos, en comisiones y asambleas.
1. Democratizar el régimen universitario Es elemental que en las elecciones nuestro voto como estudiantes valga igual que el de un docente o graduado. Que los Consejeros de la Junta y Directores se sometan a los mandatos de la asamblea interclaustros y comisiones de trabajo abiertas. Que nos organicemos desde los cursos para pelear por la mayoría estudiantil, el claustro único docente, y voz y voto para los no docentes. Hagámoslo de una vez, en Ciencia Política empecemos por ¡Jornadas Abiertas para refundar la carrera!
2. Cátedras paralelas con pluralidad ideológica en todas las franjas horarias. Es una realidad en nuestra carrera que no tenemos cátedras con diversas orientaciones teórico políticas donde cada estudiante pueda elegir en qué corrientes de pensamiento se quiere formar. Y no sólo eso, sino que la mayoría de las veces elegimos la materia a cursar por horarios, dada la escasez de oferta. Y como si fuera poco la actual dirección ha borrado de un plumazo las materias críticas, disruptivas que sobrevivían en nuestra carrera. Para barrer con estas imposiciones necesitamos más cátedras, más orientaciones, más equipos docentes para que los estudiantes puedan optar por diversas opciones.
3. Prácticas de formación profesional con convenios con organizaciones sociales y políticas: en los últimos años han proliferado experiencias nuevas de los trabajadores con los que nosotros podríamos colaborar como el nuevo sindicato del Subte, los ceramistas de Zanon, la lucha contra la intervención en el INDEC, etc.. Ya podríamos poner en marcha convenios con organizaciones de trabajadores y sindicatos combativos, movimientos de desocupados, etc. con el objetivo de aportar desde nuestro conocimiento e inquietudes a la lucha de los trabajadores.
4. Fortalecer el primer año interpelando la realidad contemporánea: Para avanzar en soldar la teoría y la práctica, es decir, combatir el conocimiento descontextualizado de la carrera y vincular la misma a los grandes problemas contemporáneos – cuestión que con la crisis capitalista mundial actual se vuelve cada vez más necesaria – creemos que lo mejor sería incorporar en primer año dos materias vinculadas al análisis de los principales problemas sociales y políticos que aquejan a nuestra sociedad tanto en el plano nacional como en el internacional. Sus nombres tentativos podrían ser “Sociedad y política en la Argentina actual” y “Transformaciones del mundo contemporáneo”, que partan de un enfoque interdisciplinario (sociológico, político, económico, histórico) para comprender el mundo actual y la Argentina en particular. De esta forma se podría situar históricamente el conjunto de los contenidos de las teorías y conceptos que se van viendo a lo largo de la carrera, lo cual es esencial para cuestionar los sentidos comunes y la naturalización de lo existente impulsado por las clases dominantes.
5. Verdaderos proyectos de investigación: Partiendo de la inexistencia de proyectos de investigaciones con verdadera participación estudiantil, nuestra propuesta es que quienes así lo desean puedan realizar prácticas de investigación desde el primer año de la carrera para fomentar un estudio de la teoría que se realice a partir de problematizar la realidad actual, y de la intervención sobre la misma. Asimismo, proponemos que en Técnicas de Investigación se estudie en el proceso de una investigación propiamente dicho, ya que actualmente existe, bajo el pretexto de la neutralidad valorativa, una escisión entre metodología y “objeto de conocimiento”.
6. Por un Observatorio Social. Construir entre docentes, estudiantes e investigadores un banco de datos del conflicto social en la Argentina, con relevamientos propios, recopilación de materiales, análisis, etc. El mismo deberá estar a disposición de las organizaciones sociales, sindicales, de trabajadores y populares, para ser difundido públicamente con el objetivo de aportar con otra visión a las luchas de los trabajadores y al conocimiento sobre la única clase productora de riquezas, combatiendo los sentidos comunes impuestos por los medios de comunicación y las estadísticas falsas del Estado y las instituciones privadas.
7. Reapertura de la Revista “Lo que vendrá” de Ciencia Política: Relacionado con la propuesta anterior proponemos que las investigaciones mas destacadas por su aporte teórico-político sean publicadas en la revista de la carrera, y que su distribución sea gratuita. Para que lo que se publica y lo que no sean elegidos democraticamente proponemos que se conforme un comité editorial interclaustros que contemplando la pluralidad ideológica sea elegido en asamblea y abierto a todos los estudiantes y docentes de la carrera.
8. Nuestra propia Radio. Proponemos que la Carrera de Ciencia Política tenga su propia Radio Abierta y realice periódicamente actividades públicas con el fin de difundir sus producciones más destacadas y aportar a los debates contemporáneos, ya que el objeto de la producción no debe ser otro que contribuir a resolver los grandes problemas de los trabajadores y el pueblo, razón por la cual el conocimiento debe salir “hacia afuera”.
9. Mayor presupuesto: para lograr los grandes objetivos que nos proponemos es necesario contar con un presupuesto mucho mayor para la universidad pública y para la carrera de Ciencia Política en particular. Sin embargo estamos convencidos de que ese presupuesto no debe ser a costa del bolsillo de la clase trabajadora, sino a costa de, por ejemplo, el no pago de la deuda externa. Es fundamental que la carrera se ponga al frente de la organización de esta lucha para poder tener becas para que ingresen a la universidad los hijos de los trabajadores, para que los docentes no trabajen gratis, para que el salario mínimo docente sea igual a la canasta básica familiar y para cursar en establecimientos adecuados para contener una matrícula en aumento.
10. Por la estabilidad y la carrera docente: Mientras que en la actualidad los cargos docentes son digitados por Mayer y la UES imponiendo jurados “amigos” para nombrar como docentes sólo a aquellos que le juran lealtad para garantizarse su perpetuidad en la Junta gracias a la ponderación del voto, urge avanzar en la democratización y transparencia promoviendo la estabilidad y la carrera docente.
Candidato a Director de la Carrera de Ciencia Política
Director de Carrera: Néstor Lavergne
Secretario Académico: José Castillo
Candidatos a Junta de Carrera por el claustro de graduados:
1º Titular: VARELA, PAULA
2º Titular: ANINO, PABLO
3º Titular: NOCERA, PABLO
4º Titular: FITZSIMONS, ALEJANDRO
5º Titular: PÉREZ, JOSÉ MARÍA
1º Suplente: CASTELLÁ, FERNANDO
2º Suplente: DORÍN, MARÍA SOL
3º Suplente: SANCHEZ, ANABELLA
4º Suplente: ARRIONDO, EVANGELINA
5º Suplente: ROCHI, ANALIA
CIENCIA POLÍTICA…
¿ENTRE LA DERECHA GORILA Y EL “MAL MENOR"?
Mientras el mundo atraviesa una crisis capitalista internacional de magnitudes históricas; mientras nos encontramos ante un nuevo golpe de Estado en América Latina, esta vez en Honduras; mientras las derechas se envalentonan y las patronales amenazan con más despidos, la carrera de Ciencia Política... continúa igual a sí misma, encerrada en su bola de cristal, entre el neo-institucionalismo y la gobernancia.
Pero a no equivocarse, mientras despolitizan las elecciones, las aulas y los pasillos de la facultad con discurso academicista y de gestión, preparan la reconstrucción del sistema de partidos como la tarea estratégica de las clases dominantes de nuestro país, ante una crisis del bipartidismo cada vez más profunda y ante los nubarrones de la crisis internacional. A eso se dedican buena parte de nuestros docentes y funcionarios de Ciencia Política: a reconstruir las instituciones necesarias para que la Sociedad Rural, que clama por “volver al granero del mundo”, o la siempre popular UIA, que pide la devaluación (de nuestro salario) para no perder “competitividad” (ganancias), tengan sus representaciones políticas en orden, para cuando la cosa se ponga más espesa.
Mayer, actual Director de Carrera y ferviente radical, como su correligionario Aznar (docente de la materia Teoría Sociológica) junto a toda la camarilla radical se han volcado de lleno a reconstruir la UCR, dictando cursos de formación de cuadros en todos los “comités” que encuentran en su camino, o conformando grupos de ideólogos neoliberales que, detrás de una cobertura “republicana” y “seria”, conformaron un polo de golpistas como lo es el Grupo Aurora (http://auroranuevarepublica.blogspot.com), que cuenta en sus filas con individuos como el funcionario de la dictadura Atilio Alterini o el “best seller” Marcos Aguinis. Este grupo es parte de la derecha que desde el conflicto del año pasado viene apoyando a las patronales agrarias que pretende expresar en el plano político al “agropower”. Son la derecha golpista latinoamericana que se pronuncia contra los “excesos” de Zelaya en el golpe de Honduras. Todo su “republicanismo” es en realidad una cobertura. Recientemente, Félix Luna puso en palabras la necesidad de aparición del Grupo Aurora: “Si quiere una situación parecida, yo más bien elegiría el final del peronismo, en el ’55. José Luis Romero un año antes armó un equipo de recambio en la universidad, para el caso nada improbable de que cayera Perón. Me hace acordar un poco a eso. La gente percibe que algo está pasando y que puede pasar algo mucho más importante.”
De hecho, Luis Tonelli, el candidato a Director de la agrupación Alternativa Académica (que nuclea a los personajes más gorilas de nuestra carrera) cuenta en su currículo con antecedentes como haber sido docente en la Escuela de Guerra de la Nación Argentina, del Colegio Militar de la Nación y de la Escuela de Defensa durante el gobierno de Raúl Alfonsín, periodo durante el cual también ha sido funcionario en distintas áreas del Gobierno Nacional.
Un “progresismo” que no llega a ser alternativa
Ante el dreamteam de la derecha destituyente, se erigió un Frente schusterista, que es tan Amplio que quiso incorporar a los buenos muchachos de Abal Medina, pero éste prefirió a sus amigos de la doble AA, suponiéndolos ganadores por el mayor padrón que tienen para ofrecer, y dejó a los “progres” sin el invalorable apoyo del kirchnerismo (que necesita de las estadísticas mentirosas del Indek). ¿Cuál es el programa de este Frente Amplio de Ciencia Política? …… Echar a los radicales es su única propuesta. El “mal menor” es su único eje de campaña. Lo que no dicen es que buscan sumar votos para los candidatos al decanato.
Ante la evidencia empírica de que los radicales se han armado un claustro de profesores propio a través de los nombramientos docentes en decenas de optativas, y ante la evidencia de que es el voto ponderado (en el que el voto de un profesor vale 44 veces más que el de un estudiante) el que le garantiza su permanencia a la camarilla radical-UES (aún con el repudio de la mayoría de los estudiantes), los “progresistas” sin embargo no dicen una sola palabra de democratizar el gobierno de la carrera, de cómo frenar el accionar de Alternativa Académica. Sólo esperan que ocurra un milagro y que AA pierda su base de apoyo en profesores y graduados. Prefieren, antes que mencionar cualquier proceso de democratización, apelar al discurso de las buenas intenciones y los criterios academicistas para “depurar” nuestra carrera de clientelismo político. Prefieren, antes que “otorgarles” la soberanía a las mayorías, crear la ilusión de un grupo de ilustres con neutralidad valorativa.
Y esa concepción se ve en la práctica. Mientras nosotros defendíamos las optativas con contenido crítico (como las de Bonnet, Filadoro, Lavergne, etc) organizados en la Asamblea Interclaustros, Mario Pecheny, el candidato a Director de los “progres ilustrados” y miembro de la Junta de Carrera desde el año 2008, argumentaba en contra de toda instancia de autoorganización de los estudiantes, graduados y docentes de nuestra carrera, y esgrimía criterios academicistas que le hacían el juego a la derecha. Bajo estos criterios proponía bajar la materia “La Argentina reciente” desconociendo el espacio académico que ocupa en nuestra carrera, entrando en la lógica de AA de “altas por bajas”.
Como en el caso de los decanos Schuster y cía, los “progres ilustrados” son una versión local del “progresismo” que se expresó cuando el pacto con Hallú, Rector de la Universidad de Buenos Aires, para garantizar la “gobernabilidad” terminó en la represión a los estudiantes -de un lado-, y la camarilla universitaria votando el un Congreso vallado y custodiado por la Federal -del otro-. Al día de hoy todas las promesas del “progresismo” como la democratización, modificación de estatutos, el edificio único, etcétera, han caído en el vacío. En el caso de los “progres ilustrados” de Ciencia Política, esa desilusión no hará falta, porque ni promesas de democratización ni reforma alguna, han hecho.
Hay una alternativa que no es Tonelli / Mayer:
Política de Izquierda
Desde La Comuna – Política de Izquierda nos proponemos transformar de raíz la carrera de Ciencia Política. Los que integramos este frente (tanto estudiantes como docentes) queremos una Ciencia Política para comprender la realidad que nos toca vivir. Comprender para transformar. No por afanes de ilustración sino de transformación. No para ser “analistas” políticos sino protagonistas políticos. Y queremos barrer con toda la tradición de pensamiento hegemónica que pretende formatear cuadros técnicos que reproducen y naturalizan la dominación de un puñado en nombre de las instituciones, de la gobernabilidad, de la “democracia”.
La Ciencia Política que nosotros queremos está del lado de la resistencia hondureña al golpe, de los trabajadores que toman las plantas industriales contra los despidos, de los pibes que resisten el gatillo fácil mientras los gorilas montan campañas por la “inseguridad”, de los estudiantes que llenan las calles de Europa contra el Plan Bologna. A esos movimientos de lucha, de organización y resistencia de las clases populares es a quienes queremos aportar con las herramientas de nuestra carrera. Hoy, esto significa nuestro incondicional apoyo a los trabajadores de Kraft-Terrabusi que están siendo atacados por una multinacional que al mismo tiempo que arroja cientos de trabajadores a la calle exhibe ganancias de miles de millones de dólares en la búsqueda de absorber mediante la compra a la empresa Cadbury. Nos negamos a ser los cuadros que escriban los argumentos para que la Sociedad Rural, la UIA, y los burgueses de todo pelaje, descarguen la crisis en los trabajadores y los pueblos, bajo los argumentos de la inevitabilidad.
Los que conformamos La Comuna – Política de Izquierda proponemos al Profesor Néstor Lavergne (docente de Economía en la Cátedra Bastarrechea y de Economía Política I y II) como Director de la Carrera. En su cátedra vemos algo que la carrera se niega cada vez más a que veamos y que la realidad lo exige cada día con más fuerza: teoría crítica, más específicamente, marxismo. Cuando el mundo capitalista cruje en sus cimientos y la academia permanece inerte, en materias como la que Néstor lleva adelante con un grupo de comprometidos docentes, encontramos las armas para comprender y transformar el mundo. Esta postura le valió la persecución de la dirección de la carrera, que intentó infructuosamente quitarnos esta materia (y otras con la misma óptica) y no pudo gracias a que estudiantes, profesores y graduados nos organizamos en la Asamblea Interclaustros de Ciencia Política enfrentando estos ataques a la pluralidad ideológica, en más de una oportunidad (2004, 2005, 2007, 2008).
Proponemos a Lavergne porque en su condición de trabajador del INDEC se opuso y se opone, junto al resto de l@s trabajador@s, a la intervención patoteril del gobierno nacional que falsea los índices para ocultar la pobreza y tirar los salarios a la baja en las paritarias. Porque se opone a la participación servil de la UBA en el lavado de cara del INDEK intervenido. Y porque defiende, con palabras y en los hechos, el organismo democrático que se han dado los trabajadores del INDEC que resisten la intervención: la asamblea. La coherencia política entre lo que se predica en el aula y lo que se hace en la lucha, es un criterio fundamental para nosotros, aunque no esté corriendo la zanahoria de la carrera académica.
Un programa independiente
Quienes conformamos La Comuna – Política de Izquierda estamos convencidos que la única manera de construir un movimiento estudiantil-docente combativo, anticapitalista, que se plantee la lucha codo a codo junto a los trabajadores, es bajo la total independencia política de las autoridades universitarias, el gobierno nacional y cualquier variante patronal.
Y porque estamos seguros de que ese es el camino, nos enfrentamos a la derecha y a sus agrupaciones aliadas –AA, La UES, La Vallese, La Mandrágora, Franja Morada- que plantean un modelo de universidad al servicio de los sectores dominantes. Pero también enfrentamos el discurso de “izquierda” de Colectivo de Izquierda, Sur, Mate, Andamio, Contrahegemonía y la Mala Educación, cuya estrategia consiste en tejer alianzas -apoyando como Director de Carrera a Mario Pecheny, el candidato de Schuster- con los kirchneristas.
Por todo lo dicho y porque consideramos que es una tarea que urge revolucionar en todos sus aspectos la universidad, y en este caso la carrera de Ciencia Política en particular, para que esta sea una carrera, que dote a los estudiantes de las armas necesarias para comprender, criticar y así poder transformar la realidad es que planteamos las siguientes propuestas por las que te invitamos a luchar codo a codo:
Principios político – académicos generales
• Defender explícita y enérgicamente la autonomía de la universidad pública, gratuita y laica, abierta y sin cupos y el no cobro de aranceles en cualquiera de sus niveles. Nos oponemos a todo cobro de matrícula en los posgrados destinados a la formación de docentes e investigadores para la educación superior, así como a la implementación de sistemas de contraprestación como formas ocultas de arancelamiento.
• Luchar por la democratización de la universidad en todos sus aspectos. En lo que hace al cogobierno estamos por el claustro único docente, el voto de los profesores interinos, la inclusión con voz y voto de los trabajadores no docentes y por la mayoría estudiantil. Rechazamos la ponderación del voto a directores de carrera que sobre representa la decisión del claustro de profesores y minimiza la de estudiantes y docentes auxiliares. Implementar instancias de co-gobierno a nivel del posgrado.
• Ser consecuentes con nuestro compromiso por la transformación social y la voluntad de contribuir a la eliminación de la explotación, la pobreza y la desigualdad social. Luchamos por una universidad comprometida con los intereses y necesidades de los trabajadores y el pueblo.
Planes de estudio y política académica
• Consideramos una necesidad imperiosa, crear un espacio en el cual se debata el plan de estudio y sus contenidos, de manera democrática. El plan de trabajo de la carrera de Ciencia Política debe ser debatido y resuelto en asambleas interclaustros y comisiones de trabajo abiertas, y que tanto el director de la carrera como la Junta deben ser mandatados por estas instancias para llevar adelante el plan votado democráticamente.
• Promover la pluralidad ideológica en las materias optativas y seminarios, y más oferta de materias. Es vox populi que entre el Director de Carrera Mayer y los consejeros de la UES designan a dedo las materias optativas restringiendo la oferta a aquellas materias que son dictadas por sus amigos y que le permiten engordar su padrón de graduados y profesores para las elecciones. Tampoco se respeta el criterio básico de pluralidad ideológica, al eliminar progresivamente todas las materias que dictan contenidos críticos.
• Sumado a esto, rechazamos el criterio neoliberal de la Ley de Educación Superior de altas por bajas, lo que significa que para que una materia pueda ser incluida en la oferta de la carrera otra debe ser dada de baja lo cual también refleja la adaptación, tanto de peronistas como de radicales, a la miseria presupuestaria, ya que el argumento para utilizar dicho criterio es la falta de presupuesto para ampliar la oferta. Impulsar la derogación de las resoluciones que ponen bajo tutela del Consejo Superior la oferta de materias optativas de la Carrera y la Facultad. Terminar con el cupo de cantidad de materias ofertadas.
• Incluir dentro de la oferta académica un espacio para la presentación de nuevas materias optativas abierto a todos los docentes, jefes de trabajos prácticos y auxiliares.
• Cátedras paralelas con pluralidad ideológica en todas las franjas horarias: es sabido por todos que en Ciencia política existen cátedras únicas como la del decano (Filosofía y Métodos) o la de Naishtat. O materias cuyas cátedras no difieren en lo ideológico, como las tres de Fundamentos de Ciencia Política que poseen un perfil neoinstitucionalista. Al mismo tiempo muchos estudiantes están imposibilitados de cursar las cátedras que quieren y tienen que cursar sólo las que les permite su horario de trabajo. Por esto nos proponemos dar impulso real al establecimiento de cátedras paralelas tanto en las materias obligatorias como en las optativas.
• Impulsar espacios de debate y formación intercátedra.
• Completar el llamado a concurso de los auxiliares docentes. Es imperioso avanzar en la democratización de los concursos docentes que hoy son digitados por Mayer y la UES imponiendo jurados “amigos” para nombrar como docentes sólo a aquellos que le juran lealtad para garantizarse su perpetuidad en la Junta gracias a la ponderación del voto.
• Impulsar las iniciativas tendientes al establecimiento de la Carrera Docente, garantizando la gratuidad de la capacitación en la actividad.
• Desarrollar una política que priorice nuevas designaciones docentes exclusivas y semi-exclusivas como forma de reconocer y ampliar los trabajos de extensión e investigación de nuestros docentes.
• Favorecer la realización de verdaderos proyectos de investigación: partiendo de la inexistencia de proyectos nuestra propuesta es que quienes así lo desean puedan realizar prácticas de investigación desde el primer año de la carrera para fomentar un estudio de la teoría que se realice a partir de problematizar la realidad actual. Rechazo a cualquier tipo de política que desligue a la investigación como uno de los ejes fundamentales de la Universidad, como el sistema de unificación de becas de investigación.
• Impulsar una política de colaboración con las organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, etc., estableciendo convenios de trabajo en común, en la perspectiva de aportar a su desarrollo y aprender de sus experiencias, con el objetivo de tener un “ida y vuelta”, conociendo de cerca las problemáticas sociales y aportando desde la carrera a los problemas por ellas planteados. Realización de actividades que aborden debates contemporáneos invitando a los protagonistas de éstas organizaciones.
• Apertura de los órganos de difusión de la facultad (como revistas, radios y el futuro canal de televisión) para debatir todos los grandes problemas de los trabajadores y el pueblo, como forma que el conocimiento salga “hacia afuera”. También que permita la más amplia difusión de todas las investigaciones en los aspectos teóricos y prácticos. Promovemos la apertura de la Revista «Lo que vendrá» a toda la comunidad de la carrera y su distribución gratuita. Proponemos que la Carrera de Ciencia Política tenga un programa de radio (lo cual es accesible para una carrera de la UBA). Que se conforme un comité editorial para el conjunto de los órganos de difusión, de carácter interclaustro, que contemplando la pluralidad ideológica sea elegido en asamblea y abierto a todos los estudiantes y docentes de la carrera, para evitar las arbitrariedades en la selección actual.
Reivindicaciones gremiales
• Rechazo a toda política de autoajuste. Luchar por un presupuesto acorde a las necesidades de la Facultad. Para lograr los grandes objetivos que nos proponemos es necesario contar con un presupuesto mucho mayor para la universidad pública y para la carrera de Ciencia Política en particular, sin embargo estamos convencidos de que ese presupuesto no debe ser a costa del bolsillo de la clase trabajadora, sino a costa de, por ejemplo, el no pago de la deuda externa. Es fundamental que la carrera se ponga al frente de la organización de esta lucha para poder, entre otros fines, obtener becas para que ingresen a la universidad los hijos de los trabajadores.
• Acompañar el reclamos de la CONADU Histórica para que se constituyan paritarias libres.
• Impulsar la regularización del conjunto de la planta docente, tomando en cuenta la preservación de la estabilidad laboral de los profesores que injustamente son mantenidos en condiciones de precariedad laboral desde hace años.
• Salario para todos los docentes que hoy son ad-honorem.
• Estructura de cátedra en función de un proyecto pedagógico que contemple las particularidades de las propuestas elevadas por las cátedras y que no se reduzca a la actividad frente a curso, reconociendo que la labor docente incluye tareas de formación, extensión e investigación. Apertura de todas las comisiones necesarias (con las designaciones correspondientes) a fin de garantizar que ningún estudiante se quede sin cursar. Eliminación del actual sistema de “cupos”.
• Dedicaciones exclusivas a los becarios-docentes de modo tal que su trabajo de docencia-investigación sea reconocido como tal y no como una "práctica de capacitación".
• Luchar por mejores condiciones de cursada: es de público conocimiento la desastrosa situación edilicia en la que se encuentra la Facultad de Ciencias Sociales y en ese sentido la carrera de Ciencia Política cuenta con la particularidad de que en los últimos años ha crecido notablemente la matrícula de estudiantes, sin que esto se refleje en una ampliación de las aulas y espacios de cursada. En este sentido el Decano Federico Schuster no ha tenido ningún tipo de iniciativa para solucionar esta situación, siendo cómplice del desfinanciamiento estatal sufrido por la Universidad. Por eso sostenemos que es fundamental que como movimiento estudiantil nos movilicemos, ya que es la única vía para conseguir nuestras reinvidicaciones, para exigir mejores condiciones de cursada en nuestra carrera y en la Universidad en general.
Por una Ciencia Política independiente de la gestión, de todas las camarillas universitarias, del gobierno nacional y la oposición patronal. Por una Ciencia Política gobernada democráticamente donde el voto de cada persona valga uno . Por una Ciencia Política crítica y transformadora. Por una Ciencia Política al servicio de los trabajadores y el pueblo oprimido. Por una Ciencia Política de otra clase!!!
