jueves, 10 de septiembre de 2009

Elecciones 2009 - La Derecha Radical no va más: por una verdadera refundación de la Ciencia Política

LA DERECHA RADICAL NO VA MÁS: POR UNA VERDADERA REFUNDACIÓN DE LA CIENCIA POLITICA.

Giovanni Sartori – uno de los principales teóricos de la Ciencia Política al que se lo reconoce cómo uno de sus “padres fundadores” – y César Cansino – uno de sus “preeminentes” discípulos – han decretado “el fin de la Ciencia Política” argumentando que “El método científico, de alguna manera ha funcionado como una ‘camisa de fuerza’, encerrando al pensamiento y ha renunciado a la crítica para dar lugar a saberes demostrables empíricamente, pero cada vez más irrelevantes”.





Desde las principales tribunas politológicas – aquellos “científicos” hiperespecializados en la parcialización de la realidad, más preocupados por mantener su status y sus sillones que por comprender el desarrollo histórico-político (de transformarlo… ni hablar) – han respondido duramente, defendiendo el status quo tanto de la realidad como de la disciplina. Nuestra carrera hoy en día está a la cabeza de esta cruzada conservadora, permaneciendo igual a sí misma con un perimido método de aislamiento de “lo político” (entendiéndolo como la “mesa chica” de las negociaciones en las instituciones estatales) con respecto a la realidad económica y social, y aportando a las clases dominantes un ejército de funcionarios que pretenden surfear con la tabla de la “gobernabilidad” el inmenso mar de injusticias y miserias que ofrece el capitalismo en crisis.

Desde En Clave ROJA, creemos que la crítica de Sartori contiene un aspecto de realidad, pero que sin embargo es insuficiente para afrontar un problema mucho más profundo, y evita cualquier tipo de referencia al contenido de clase de los problemas abordados y por ende la propuesta de este autor de “desbordarse hacia otros saberes aún a costas de perder precisión” no es más que un manotazo de ahogado para salvar una disciplina conservadora y legitimadora de un status quo social decadente y reaccionario. Por todo esto sostenemos que los planteos de Sartori, al igual que los de la mayoría de las “eminencias” de la Ciencia Política neoinstitucionalista, adolecen de las mismas fallas que recién hoy éste parece haber descubierto.

En primer lugar, coincide en levantar las mismas artificiales paredes que separan – al punto del aislamiento – a la Ciencia Política del resto de las Ciencias Sociales (incluida la Economía Política). En segundo lugar, concuerda en que el objetivo es cómo volver “gobernable” y “estable” este sistema lleno de contradicciones intrínsecas que conducen a un irracional modo de producción orientado a la satisfacción de la voracidad de ganancias de los sectores dominantes a como de lugar – mediante guerras, explotación y miseria – y no a la satisfacción de las necesidades de las mayorías obreras y populares. En tercer lugar, manifiesta que todos los “cambios” posibles deben ser dentro del marco de las instituciones burguesas, es decir, le gusta el perro pero no el collar. En cuarto lugar, se encubre bajo un manto “cientificista y técnico” para sostener que hacer Ciencia Política es comparar sistemas de partidos burgueses (es decir, comparar entre falsas alternativas), comparar el sistema D’hont con el Hare para ver como el pueblo “elige” la próxima cara visible de la dominación. Y por último, lo hace en poner de manifiesto que “el buen gobierno” debe “consensuar” entre los “diferentes” intereses, ocultando que el interés de una minoría es explotar y el de las mayorías no ser explotadas.


2 comentarios:

  1. Cómo va!! Me interesa saber en qué texto Sartori plantea esto, así lo leo. Saludos. Iván, director de la Fuckin Gestión

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  2. Alerta futuros Politologos, como puede ser que un empleado de Rudy Ulloa (chofer de Kirchner) sea el director de nuestra carrera. Lean los diarios y van a der lo que nos espera

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